Hugo Chávez.... ¿Ángel o Demonio?

La verdad es que la muerte de Chavez no ha dejado indiferente a nadie... unos le lloran y otros celebran que haya caído un dictador. Y yo me pregunto, ¿era un buen o mal gobernante?

No cabe duda que gracias a él se eliminó el analfabetismo, ya que escolarizó a todo aquel niño que no lo estuviera, puso medicina al acceso de los más desfavorecidos poniendo médicos cubanos, hizo que millones de venezolanos dejasen de pasar hambre gracias a las redes mercal y subió el salario mínimo interprofesional haciendo que el de Venezuela fuese y siga siendo el más alto de América Latina. Gracias a todas estas acciones las clases bajas lo adoran y hubieran dado su vida por él si hubiera sido preciso.

Pero no hay luces sin sombras, si observamos la realidad del país, si el gobierno no se enriqueciera del petróleo, no habría pobreza, con lo cual Chavez no se podría ganar a las clases bajas con su "limosna" y no hubiera hecho todo lo que se le venía en gana, y que seguro que Maduro continuará haciendo, como nacionalizar supermercados o cualquier empresa que le viniera en gana, cerrar los medios de comunicación que no son afines al régimen o amenazar de sacar los tanques si él no gana las elecciones, u otras cosas de menor relevancia, aunque también cuestionables, como cambiar el nombre al país, o cambiar la hora a su antojo. Mención aparte debería hacer sobre la utilización de Chavez de los medios de comunicación, con su programa propio, canciones que le dedican cantantes en la radio y su imagen allá por donde vas, todo con cierto tufillo a Corea del Norte.

Es lícito opinar tanto bien como mal de este ya, personaje histórico, hizo cosas buenas y malas y eso no se puede discutir, aunque mi opinión es que la gestión del líder bolivariano se puede resumir con una frase; "dame pan y llámame tonto". Prefiero vivir en un país libre en el cual el gobierno no se enriquece con las materias primas y con las empresas extranjeras y poder ganarme yo las "habichuelas" para que nadie me tenga que dar de comer a cambio de adorarle como si de un dios se tratara.